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Since 23 April 2021, with the benevolence of the Arslanyan family, the descendants of Hadjin natives, the Museum has offered its visitors a new permanent exhibition with modern design solutions and updated content. It is dedicated to the 100th anniversary of the 8-month heroic
events of Cilician ...
23 Apr, 12:10
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La Sala Rodolfo Walsh de la Feria del Libro de Buenos Aires quedó chica, ya que literalmente fue desbordada para la gran cantidad de personas que decidieron participar de la presentación en nuestro país del libro "Hadjin". La familia hadjentsí dijo ¡presente!
La cita era ayer, lunes 5 de mayo, en el Predio Ferial de Palermo, donde se lleva a cabo la 49 edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Por primera vez, la Unión Residentes Armenios de Hadjin convocaba a su familia y a la comunidad en general a una actividad organizada allí desde la institución. Una actividad que, sin duda, pasará a formar parte de la destacada y vasta historia escrita por la diáspora hadjentsí en distintos países: la presentación del libro "Hadjin", de autoría de la profesora Hayastán Simonian, quien tuvo a su cargo la intervención principal de la velada.
La conducción del acto estuvo a cargo de la joven Zaruhí Nazarian Arslanian, quien brindó la bienvenida al público presente y dio por iniciada la velada con la proyección de un video con imágenes de la ciudad de Nor Hadjin y del Museo de Historia de los Armenios de Cilicia.
Finalizada la proyección, fue invitada a hacer uso de la palabra la profesora Diana Dergarabedian, docente, estudiosa y conocedora de la cultura y la historia armenia -con el plus de ser integrante de familia hadjentsí-, quien agradeció la presencia de todos. En una exposición precisa, brindó detalles de cómo logró colaborar con el trabajo de la profesora Simonian a partir de los relatos de su madre y de escritos que habían dejado otros familiares, como sus abuelos y tíos. Fue un relato cargado de emoción, ya que seguramente muchos de los presentes también vivieron personalmente mucho de lo que contó Diana en cuanto a los diálogos mantenidos con sus mayores, que le contaban anécdotas y momentos precisos de su vida pasada.
En base a ello, la profesora Dergarabedian invitó a los y las presentes a no dejar pasar el tiempo y a escribir todo aquello que nos relataron nuestros mayores. "Porque hoy algunas cosas pueden parecer insignificantes, pero cuando cada historia en particular se suma a otras, vamos armando nuestra historia colectiva como comunidad", afirmó.
Seguidamente, hizo uso de la palabra la oradora central del evento, la autora del libro, Mágister en Historia, profesora Hayastán Simonian, egresada del Instituto de Pedagogía Jachadur Apovian de Ereván, quien desde hace dos décadas es la directora del Museo de Historia de los Armenios de Cilicia, que se encuentra en la ciudad de Nor Hadjin, Armenia.
En idioma armenio -traducido al español simultáneamente y de manera gráfica a través de una pantalla ubicada frente al público-, Hayastán Simonian les contó a los presentes sobre lo que significó para ella escribir el libro y, principalmente, los interiorizó sobre el contenido del mismo, sobre cómo y desde dónde abordó la investigación y el desarrollo de cada capítulo, habló de la importancia de los testimonios recibidos de integrantes de familias hadjentsí que hoy viven en distintos países, y destacó la invaluable colaboración recibida por quienes la ayudaron en la recopilación de los testimonios y de quienes aportaron para hacer realidad el libro.
La profesora Simonian subrayó que el Museo que ella dirige es único y tiene un importantísimo rol en cuanto a la recuperación de la historia de los armenios de Cilicia (Kilikiá) y a la transmisión de la misma a las nuevas generaciones. Y para contribuir a esta tarea, resulta fundamental que los descendientes de las familias que habitaron esa región y que hoy se encuentran dispersas por el mundo, contribuyan con fotos, escritos, elementos de época y todo lo que ayude a reconstruir momentos y partes de la presencia armenia en esos territorios.
Ambas intervenciones recibieron la aprobación masiva de los presentes.
En nombre de la Comisión Directiva de la URA de Hadjin hizo uso de la palabra el presidente de la institución, contador Rubén Kedikian, quien destacó la presencia del primado de la Iglesia Apostólica Armenia para la Argentina y Chile, obispo Arén Shaheenian. Durante su intervención, agradeció al Centro Armenio el haber posibilitado la realización de la presentación en la Feria del Libro, y a las familias hadjentsí benefactoras, que posibilitaron la edición del libro, la presencia de la profesora Simonian en nuestro país y la realización de muchas obras en la ciudad de Nor Hadjin.
Estuvieron presentes, entre otros, el presidente del Centro Armenio, Aram Karaguezian; el presidente de IARA, Carlos Varty Manoukian; el presidente de Ia Unión Cultural Armenia, Adrián Lomlomdjian; el presidente de la Asociación Cultural Tekeyán, Sergio Nahabetian; el presidente del Partido Hnchakian, Carlos Tarpinian; la presidenta de la Fundación Memoria del Genocidio Armenio, profesora Nélida Boulgourdjian; el presidente de la Unión Compatriótica Armenia de Marash, Ricardo Vaneskeheian; el presidente de la UGA de CF, Juan Berberian; y el ex presidente de la URA de Hadjin, Manuel Arslanian.
La cita era ayer, lunes 5 de mayo, en el Predio Ferial de Palermo, donde se lleva a cabo la 49 edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Por primera vez, la Unión Residentes Armenios de Hadjin convocaba a su familia y a la comunidad en general a una actividad organizada allí desde la institución. Una actividad que, sin duda, pasará a formar parte de la destacada y vasta historia escrita por la diáspora hadjentsí en distintos países: la presentación del libro "Hadjin", de autoría de la profesora Hayastán Simonian, quien tuvo a su cargo la intervención principal de la velada.
La conducción del acto estuvo a cargo de la joven Zaruhí Nazarian Arslanian, quien brindó la bienvenida al público presente y dio por iniciada la velada con la proyección de un video con imágenes de la ciudad de Nor Hadjin y del Museo de Historia de los Armenios de Cilicia.
Finalizada la proyección, fue invitada a hacer uso de la palabra la profesora Diana Dergarabedian, docente, estudiosa y conocedora de la cultura y la historia armenia -con el plus de ser integrante de familia hadjentsí-, quien agradeció la presencia de todos. En una exposición precisa, brindó detalles de cómo logró colaborar con el trabajo de la profesora Simonian a partir de los relatos de su madre y de escritos que habían dejado otros familiares, como sus abuelos y tíos. Fue un relato cargado de emoción, ya que seguramente muchos de los presentes también vivieron personalmente mucho de lo que contó Diana en cuanto a los diálogos mantenidos con sus mayores, que le contaban anécdotas y momentos precisos de su vida pasada.
En base a ello, la profesora Dergarabedian invitó a los y las presentes a no dejar pasar el tiempo y a escribir todo aquello que nos relataron nuestros mayores. "Porque hoy algunas cosas pueden parecer insignificantes, pero cuando cada historia en particular se suma a otras, vamos armando nuestra historia colectiva como comunidad", afirmó.
Seguidamente, hizo uso de la palabra la oradora central del evento, la autora del libro, Mágister en Historia, profesora Hayastán Simonian, egresada del Instituto de Pedagogía Jachadur Apovian de Ereván, quien desde hace dos décadas es la directora del Museo de Historia de los Armenios de Cilicia, que se encuentra en la ciudad de Nor Hadjin, Armenia.
En idioma armenio -traducido al español simultáneamente y de manera gráfica a través de una pantalla ubicada frente al público-, Hayastán Simonian les contó a los presentes sobre lo que significó para ella escribir el libro y, principalmente, los interiorizó sobre el contenido del mismo, sobre cómo y desde dónde abordó la investigación y el desarrollo de cada capítulo, habló de la importancia de los testimonios recibidos de integrantes de familias hadjentsí que hoy viven en distintos países, y destacó la invaluable colaboración recibida por quienes la ayudaron en la recopilación de los testimonios y de quienes aportaron para hacer realidad el libro.
La profesora Simonian subrayó que el Museo que ella dirige es único y tiene un importantísimo rol en cuanto a la recuperación de la historia de los armenios de Cilicia (Kilikiá) y a la transmisión de la misma a las nuevas generaciones. Y para contribuir a esta tarea, resulta fundamental que los descendientes de las familias que habitaron esa región y que hoy se encuentran dispersas por el mundo, contribuyan con fotos, escritos, elementos de época y todo lo que ayude a reconstruir momentos y partes de la presencia armenia en esos territorios.
Ambas intervenciones recibieron la aprobación masiva de los presentes.
En nombre de la Comisión Directiva de la URA de Hadjin hizo uso de la palabra el presidente de la institución, contador Rubén Kedikian, quien destacó la presencia del primado de la Iglesia Apostólica Armenia para la Argentina y Chile, obispo Arén Shaheenian. Durante su intervención, agradeció al Centro Armenio el haber posibilitado la realización de la presentación en la Feria del Libro, y a las familias hadjentsí benefactoras, que posibilitaron la edición del libro, la presencia de la profesora Simonian en nuestro país y la realización de muchas obras en la ciudad de Nor Hadjin.
Estuvieron presentes, entre otros, el presidente del Centro Armenio, Aram Karaguezian; el presidente de IARA, Carlos Varty Manoukian; el presidente de Ia Unión Cultural Armenia, Adrián Lomlomdjian; el presidente de la Asociación Cultural Tekeyán, Sergio Nahabetian; el presidente del Partido Hnchakian, Carlos Tarpinian; la presidenta de la Fundación Memoria del Genocidio Armenio, profesora Nélida Boulgourdjian; el presidente de la Unión Compatriótica Armenia de Marash, Ricardo Vaneskeheian; el presidente de la UGA de CF, Juan Berberian; y el ex presidente de la URA de Hadjin, Manuel Arslanian.
Nació en Buenos Aires un 24 de diciembre y bautizado por la Iglesia Apostólica Armenia como Հարութիւն Քեշիշեան (Harutiún), hijo de Yeprem de Hadjin y Lusatzin Tovmaian de Adaná, refugiados en Argentina desde 1913 y 1920 respectivamente.
Sus años de infancia transcurren, como gran parte de los pobres armenios, entre ambas márgenes del Riachuelo porteño, escolarizado en el Bernasconi de Parque Patricios y la Escuela Jachikian de Valentín Alsina.
Apenas cursado un primer año de comercial, debe dedicarse totalmente a la nada fácil tarea de contribuir con la flaca economía familiar.
Deambulando como dependiente en diferentes establecimientos del otrora emporio mayorista del "Once”, donde fue aprendiendo y aprehendiendo tanto habilidades como responsabilidades y ganándose el respeto de sus patrones que, llegado el momento, contribuyeron a su independencia comercial.
Cumple con el Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento 6 de Caballería, con asiento en Campo de Mayo, como encargado del depósito de intendencia, salvando su vida a manos de su superior, Coronel De La Paz Aubone, durante la revolución del 4 de junio de 1943.
Abocado de lleno al comercio, va afianzando sueños e ilusiones futuras. Autodidacta, lector empedernido y amante de las artes, pero las prioridades siempre dejaban para más adelante proyectos de riqueza espiritual
Es en esos tiempos, cuando recibe un obsequio que lo marcaría de por vida. Habiéndolo observado y consciente de sus aptitudes el señor Hagop “Yako” Kardashian le regala una cámara fotográfica.
En 1949 contrae matrimonio con Armenia Tursarkisian, nacida en 1926 en Buenos Aires, hija de Hovsep de Hadjin y Vertaim Pushian de Sis, llegados en 1925. Nacen sus hijos, en 1951 Kevork, en 1954 Sirvart y en 1955 Harutiún.
Ya en la segunda mitad de los 50´s, la familia y sus ámbitos eran los temas aprovechados para inmortalizarlos en el celuloide, concretando las teorías tan leídas y practicándolas con las herramientas a las que cada vez más podía acceder, producto del afianzamiento material.
Comienza a extender su pasión fotográfica al terreno artístico, paralelamente a un incremento de la actividad, tanto a nivel nacional como mundial. Participó en concursos y exposiciones logrando pronto un reconocimiento que no pasa inadvertido para los que, por aquellos años, conducían los destinos de asociaciones y proveedores del comercio dedicados a la magia de “escribir con la luz”.
Es así que con un grupo de entusiastas fundan el Foto Club Marina, que se afilian a la Federación Argentina de Fotografía (F.A.F.), ya miembro de la Federation International de Lart Photographic (F.I.A.P.). Desarrollando a todo nivel la enseñanza y práctica de la maravillosa creación de Joseph Nicéphore Niépce.
Concursos de los más variados temas, Salones Nacionales e Internacionales cuentan con la participación de Martín, acumulando experiencia y superando premio tras premio.
Mientras tanto, y sin descuidar la vida de la comunidad armenia de Buenos Aires, a la que también documentó en fotogramas en todo evento importante y visitas desde la Madre Patria.
Hacia mediados de los 60´s, se anuncia la realización de una megamuestra (como se dice hoy) para promocionar la Patagonia en la Rural, que se llamo “El Sur Argentino y El Comahue” a cargo del Gobierno Nacional y la Armada Argentina. Durante la puesta en escena de la misma, no encontraban material audiovisual al nivel del objetivo y recurren al Foto Club Marina por la feliz coincidencia de algunos de sus socios. Es así que se cubre la totalidad del evento con fotografías y técnica audiovisual aportadas por el F.C.M., material de autoría de Martin Keskiskian y Horacio Ricci, quienes un año antes habían relevado fotográficamente toda la zona de interés de la muestra durante un viaje regular del A.R.A. Bahía Buen Suceso que cubría regularmente todos los puertos de la extensa costa Argentina, desde Buenos Aires a Ushuaia, habiendo sido el premio por un concurso.
La exposición fue un rotundo éxito y ante el pedido de facturación por lo aportado, Martín simplemente quiso “conocer la Antártida” a cambio. La Armada Argentina respondió amplia y generosamente.
Martín formó parte de cinco Campañas Antárticas a bordo de otros tantos buques como A.R.A. Bahía Aguirre, A.R.A. Bahía Thetis, Rompehielos A.R.A. San Martin, A.R.A. Bahía Paraíso y Rompehielos A.R.A. Almirante Irizar, fotografiando todas las bases argentinas en el Continente Blanco y las múltiples tareas donde “se hace patria”.
Esas imágenes enriquecieron y mostraron, a propios y ajenos, bellezas naturales que jamás habían visto. Tanto es así que años después, en dos grandes muestras en Ereván - Armenia, conocieron lo inimaginable: fotografías de gran tamaño que hoy se encuentran en archivos de salas y en la Galería Nacional de Armenia.
En 1968, la F.A.F. con anuencia de F.I.A.P. promueve la llamada “Embajada Fotográfica Argentina a Europa” que consistía en un largo periplo por todo el Viejo Mundo, realizando exposiciones en casi todas las grandes ciudades y visitando las fábricas de grandes marcas como Hasselblad, Leica, Rollei y más.
Conformaron dicha embajada lo más granado de los fotógrafos artísticos del país, entre los que Martín no se amilanó.
Por los siguientes treinta años, no dejaría de viajar y fotografiar. Pero aun faltaba lo que pasó a ser su razón de vivir y fotografiar, que para Martín era una misma cosa.
La madre patria Armenia y su capital Ereván
En 1972, Martín y su esposa Armenia pisan por primera vez el valle oriental del Ararat, siendo el inicio de una adictiva necesidad que iría en aumento, proporcionalmente a los meses de vivir en Armenia año tras año.
A cada temporada allí, le sucedían producciones de audiovisuales y exposiciones, tanto en los diferentes ámbitos de las comunidades armenias del Plata, como también para que fuera de ella se difundiera “la armenidad”.
Ningún evento trascendente, religioso, artístico, civil, estatal, escapó al registro fotográfico de Martín. Y así como los mostraba fuera de Armenia, a su inmediato regreso, su equipaje cargaba todas esas producciones para ser obsequiadas desde Su Santidad Vazken I, Patriarca Supremo de La Iglesia Apostólica Armenia; altos funcionarios de la República Socialista Soviética de Armenia; directores de Instituciones como Madenatarán, Galería Nacional, Museo de Historia, Museo Instituto del Genocidio; artistas y deportistas de múltiples disciplinas, o cuanto vecino armenio tuviese contacto con Martín.
Sin solución de continuidad, presidentes, ministros, secretarios de Estado, guardan recuerdos de sus vidas en fotos tomadas por Martín. Sin soslayar nuestra República de Artsaj y las Fuerzas Armadas armenias.
Paralelamente recorría las comunidades armenias diseminadas por todos los países donde existiera una Iglesia Armenia o un monumento recordatorio del Genocidio, para inmortalizarlos en sus fotogramas.
Quien fuera director de la Galería Nacional de Armenia y coordinador general de los museos de la Santa Sede de Surp Etchmiadzin, Shahen Khachatryan, decía que “Martín representa ambos lados de un puente caído” en alusión a su amor tanto por Armenia como por Argentina.
Supo tener reconocimientos en vida tales como “Ciudadano ilustre de la ciudad de Nor Hadjin”; recibió de manos del presidente Levón Ter Petrosyan la ciudadanía de la República de Armenia y el pasaporte que lo acreditaba; el Katolikós de Todos los Armenios, Vazken I, lo condecoró con la Orden de Surp Sahag y Surp Mesrop.
En 2001, año de su fallecimiento, en celebración de los 1700 años de la adopción del cristianismo como religión de Estado, la empresa ArmenTel emitió una serie de tarjetas telefónicas “chip” con imágenes de la Consagración de Los Santos Oleos por Vazken Vehapar, tomadas por Martin el 26/09/1976, proporcionadas por La Santa Sede.
Su última voluntad fue en paralelo a su vida, descansar por igual en ambos pilares del “puente caído“. Durante la Campaña Antártica 2001/2002, la Armada de la República Argentina honro el deseo de Martín trasladando sus restos en el Rompehielos A.R.A. Almirante Irizar y depositándolos en las exactas coordenadas donde yace en su Gloriosa Eternidad el Crucero A.R.A. General Belgrano y sus 323 héroes de Malvinas.
La semana del 28 de Mayo de 2003, Martín formo parte del suelo armenio por manos de Armenia, su esposa, y Kevork, su hijo, en el Camposanto del Convento Surp Gayané de la Santa Sede de Etchmiadzín, junto a su hijo homónimo fallecido en 1987 y enterrado allí por decisión de Vazken Vehapar y ratificado por Bendición de S.S. Karekin II, como reconocimiento a Martín.
Sus años de infancia transcurren, como gran parte de los pobres armenios, entre ambas márgenes del Riachuelo porteño, escolarizado en el Bernasconi de Parque Patricios y la Escuela Jachikian de Valentín Alsina.
Apenas cursado un primer año de comercial, debe dedicarse totalmente a la nada fácil tarea de contribuir con la flaca economía familiar.
Deambulando como dependiente en diferentes establecimientos del otrora emporio mayorista del "Once”, donde fue aprendiendo y aprehendiendo tanto habilidades como responsabilidades y ganándose el respeto de sus patrones que, llegado el momento, contribuyeron a su independencia comercial.
Cumple con el Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento 6 de Caballería, con asiento en Campo de Mayo, como encargado del depósito de intendencia, salvando su vida a manos de su superior, Coronel De La Paz Aubone, durante la revolución del 4 de junio de 1943.
Abocado de lleno al comercio, va afianzando sueños e ilusiones futuras. Autodidacta, lector empedernido y amante de las artes, pero las prioridades siempre dejaban para más adelante proyectos de riqueza espiritual
Es en esos tiempos, cuando recibe un obsequio que lo marcaría de por vida. Habiéndolo observado y consciente de sus aptitudes el señor Hagop “Yako” Kardashian le regala una cámara fotográfica.
En 1949 contrae matrimonio con Armenia Tursarkisian, nacida en 1926 en Buenos Aires, hija de Hovsep de Hadjin y Vertaim Pushian de Sis, llegados en 1925. Nacen sus hijos, en 1951 Kevork, en 1954 Sirvart y en 1955 Harutiún.
Ya en la segunda mitad de los 50´s, la familia y sus ámbitos eran los temas aprovechados para inmortalizarlos en el celuloide, concretando las teorías tan leídas y practicándolas con las herramientas a las que cada vez más podía acceder, producto del afianzamiento material.
Comienza a extender su pasión fotográfica al terreno artístico, paralelamente a un incremento de la actividad, tanto a nivel nacional como mundial. Participó en concursos y exposiciones logrando pronto un reconocimiento que no pasa inadvertido para los que, por aquellos años, conducían los destinos de asociaciones y proveedores del comercio dedicados a la magia de “escribir con la luz”.
Es así que con un grupo de entusiastas fundan el Foto Club Marina, que se afilian a la Federación Argentina de Fotografía (F.A.F.), ya miembro de la Federation International de Lart Photographic (F.I.A.P.). Desarrollando a todo nivel la enseñanza y práctica de la maravillosa creación de Joseph Nicéphore Niépce.
Concursos de los más variados temas, Salones Nacionales e Internacionales cuentan con la participación de Martín, acumulando experiencia y superando premio tras premio.
Mientras tanto, y sin descuidar la vida de la comunidad armenia de Buenos Aires, a la que también documentó en fotogramas en todo evento importante y visitas desde la Madre Patria.
Hacia mediados de los 60´s, se anuncia la realización de una megamuestra (como se dice hoy) para promocionar la Patagonia en la Rural, que se llamo “El Sur Argentino y El Comahue” a cargo del Gobierno Nacional y la Armada Argentina. Durante la puesta en escena de la misma, no encontraban material audiovisual al nivel del objetivo y recurren al Foto Club Marina por la feliz coincidencia de algunos de sus socios. Es así que se cubre la totalidad del evento con fotografías y técnica audiovisual aportadas por el F.C.M., material de autoría de Martin Keskiskian y Horacio Ricci, quienes un año antes habían relevado fotográficamente toda la zona de interés de la muestra durante un viaje regular del A.R.A. Bahía Buen Suceso que cubría regularmente todos los puertos de la extensa costa Argentina, desde Buenos Aires a Ushuaia, habiendo sido el premio por un concurso.
La exposición fue un rotundo éxito y ante el pedido de facturación por lo aportado, Martín simplemente quiso “conocer la Antártida” a cambio. La Armada Argentina respondió amplia y generosamente.
Martín formó parte de cinco Campañas Antárticas a bordo de otros tantos buques como A.R.A. Bahía Aguirre, A.R.A. Bahía Thetis, Rompehielos A.R.A. San Martin, A.R.A. Bahía Paraíso y Rompehielos A.R.A. Almirante Irizar, fotografiando todas las bases argentinas en el Continente Blanco y las múltiples tareas donde “se hace patria”.
Esas imágenes enriquecieron y mostraron, a propios y ajenos, bellezas naturales que jamás habían visto. Tanto es así que años después, en dos grandes muestras en Ereván - Armenia, conocieron lo inimaginable: fotografías de gran tamaño que hoy se encuentran en archivos de salas y en la Galería Nacional de Armenia.
En 1968, la F.A.F. con anuencia de F.I.A.P. promueve la llamada “Embajada Fotográfica Argentina a Europa” que consistía en un largo periplo por todo el Viejo Mundo, realizando exposiciones en casi todas las grandes ciudades y visitando las fábricas de grandes marcas como Hasselblad, Leica, Rollei y más.
Conformaron dicha embajada lo más granado de los fotógrafos artísticos del país, entre los que Martín no se amilanó.
Por los siguientes treinta años, no dejaría de viajar y fotografiar. Pero aun faltaba lo que pasó a ser su razón de vivir y fotografiar, que para Martín era una misma cosa.
La madre patria Armenia y su capital Ereván
En 1972, Martín y su esposa Armenia pisan por primera vez el valle oriental del Ararat, siendo el inicio de una adictiva necesidad que iría en aumento, proporcionalmente a los meses de vivir en Armenia año tras año.
A cada temporada allí, le sucedían producciones de audiovisuales y exposiciones, tanto en los diferentes ámbitos de las comunidades armenias del Plata, como también para que fuera de ella se difundiera “la armenidad”.
Ningún evento trascendente, religioso, artístico, civil, estatal, escapó al registro fotográfico de Martín. Y así como los mostraba fuera de Armenia, a su inmediato regreso, su equipaje cargaba todas esas producciones para ser obsequiadas desde Su Santidad Vazken I, Patriarca Supremo de La Iglesia Apostólica Armenia; altos funcionarios de la República Socialista Soviética de Armenia; directores de Instituciones como Madenatarán, Galería Nacional, Museo de Historia, Museo Instituto del Genocidio; artistas y deportistas de múltiples disciplinas, o cuanto vecino armenio tuviese contacto con Martín.
Sin solución de continuidad, presidentes, ministros, secretarios de Estado, guardan recuerdos de sus vidas en fotos tomadas por Martín. Sin soslayar nuestra República de Artsaj y las Fuerzas Armadas armenias.
Paralelamente recorría las comunidades armenias diseminadas por todos los países donde existiera una Iglesia Armenia o un monumento recordatorio del Genocidio, para inmortalizarlos en sus fotogramas.
Quien fuera director de la Galería Nacional de Armenia y coordinador general de los museos de la Santa Sede de Surp Etchmiadzin, Shahen Khachatryan, decía que “Martín representa ambos lados de un puente caído” en alusión a su amor tanto por Armenia como por Argentina.
Supo tener reconocimientos en vida tales como “Ciudadano ilustre de la ciudad de Nor Hadjin”; recibió de manos del presidente Levón Ter Petrosyan la ciudadanía de la República de Armenia y el pasaporte que lo acreditaba; el Katolikós de Todos los Armenios, Vazken I, lo condecoró con la Orden de Surp Sahag y Surp Mesrop.
En 2001, año de su fallecimiento, en celebración de los 1700 años de la adopción del cristianismo como religión de Estado, la empresa ArmenTel emitió una serie de tarjetas telefónicas “chip” con imágenes de la Consagración de Los Santos Oleos por Vazken Vehapar, tomadas por Martin el 26/09/1976, proporcionadas por La Santa Sede.
Su última voluntad fue en paralelo a su vida, descansar por igual en ambos pilares del “puente caído“. Durante la Campaña Antártica 2001/2002, la Armada de la República Argentina honro el deseo de Martín trasladando sus restos en el Rompehielos A.R.A. Almirante Irizar y depositándolos en las exactas coordenadas donde yace en su Gloriosa Eternidad el Crucero A.R.A. General Belgrano y sus 323 héroes de Malvinas.
La semana del 28 de Mayo de 2003, Martín formo parte del suelo armenio por manos de Armenia, su esposa, y Kevork, su hijo, en el Camposanto del Convento Surp Gayané de la Santa Sede de Etchmiadzín, junto a su hijo homónimo fallecido en 1987 y enterrado allí por decisión de Vazken Vehapar y ratificado por Bendición de S.S. Karekin II, como reconocimiento a Martín.
THE MEMORIAL DEDICATED TO THE HADJIN HEROIC SELF-DEFENSE OF 1920
The heinous crimes at the beginning of the last century forced the survivors of the town of Hadjin to scatter all over the world. To keep the memory of their historical homeland alive, they founded the Nor Hadjin Quarter in Beirut in 1931 and the Noubarashen Quarter in Soviet Armenia in 1930- 1931. Thanks to the patriotic efforts of the leaders and members of the Central Board (Buenos Aires, Argentina) and branches (Middle East, USA, France, Greece, South America, Soviet Armenia) of the General Compatriotic Union of Hadjin, by the decree of the Presidency of the Supreme Council of Soviet Armenia on 4 November 1958, the N3 site of Arzni HPP (Silavoi) was renamed Nor Hachn, in memory of Hadjin - the eagle breeding city of Cilicia. On 4 November 1968, at the ceremony dedicated to the 10th anniversary of the foundation of Nor Hachn (Nor Hadjin) town, the cornerstone of the monument dedicated to the 8-month heroic self-defense of the town of Hadjin, Cilician Hadjin of 1920, was officially laid. Considering the requests of the local and worldwide Armenians of Hadjin origin, the government of Armenia made a historic decision to raise a monument to immortalize one of the most heroic pages in the history of the Armenian people. The Diaspora Armenians coming from Hadjin donated 10,000 (ten thousand) USD, and the natives of Hachn - 8,000 (eight thousand) rubles (USSR monetary unit). The monument was designed by the prominent Armenian architect Rafael Israelyan and was constructed by Hovhannes Gejakushyan, the son of a blacksmith from Hadjin; sculptor Artashes Hovsepyan authored the eagle sculpture implemented by Aram Sahakyan. The construction of the monument was delegated to the Nor Hachn Precision Technical Stone Factory (Director: Ashot Harutyunyan), which is the primary entity responsible for the building, and the structure was undertaken by Abovyan Shintrest (Manager: V. G. Tunyan). The Argentinian-Armenian public figure Abraham Kradjian, Ashot Harutyunyan, the founder of the town of Nor Hachn, and Gevork Krbekyan, the son of the Hadjin self-defense soldier, were at the head of the construction. The consistent efforts of the organizing Committee comprised of Armenia-based Hadjentsis (T. Tatulyan, M. Kolsuzyan, G. Khrimyan, H. Gejakushyan, G. Krbekyan) and those of V. Hamazaspyan, the Head of the Department for Cultural Relations with the Diaspora, are of an inestimable value throughout the whole period of the monument's construction. The branches of the Hadjin Compatriotic Union operating in the Diaspora and within Armenia raised funds with great enthusiasm to realize their long-cherished dream. The Memorial's opening ceremony took place on 14 october 1973- the day of the celebrations dedicated to the 53rd anniversary of the heroic battle of Hadjin and the 15th anniversary of the foundation of Nor Hachn town. The honor of opening the Monument was conferred to legendary Kuro, 80-year-old brave soldier Vardan Jerejian, who participated in the heroic self-defense of Hadjin in 1920. The opening of the Memorial was attended by the members of the Armenian government and the Nairi Regional Committee, the administration of Byuregh Production Association the local government of Nor Hachn town, the Presidium of the Committee for Cultural Relations with the Diaspora, the natives of Hadjin residing in Armenia, the natives of Nor Hachn and many guests. Among the guests were the natives of Hadjin who arrived from the Diaspora, namely Abraham Kradjian - Secretary of the General Compatriotic Union of Hadjin and Editor-in-Chief of the “Nor Hadjin” magazine, Haroutioun Balabanian, Minas Erchenian - Members of the Central Board of the Union (Buenos Aires); Vahrij Djeredjian (Chairman) and A. Kouyoumdjian (the Middle East Branch); Manouk Evkhanian, Garabed Gertmenian, Hambardzoum Ateshian (California); Ervant and Zaven Shekerdemian (England) and others. 14 october 1973 has already gone down in the history of Nor Hachn: it is one of the most memorable days in the town's history. The raising of the monument promoted the consolidation of both the Diaspora and the Hadjin natives residing in Armenia and the Cilician Armenians around Nor Hachn and the Motherland Armenia.
The memorial symbolizing the heroic spirit of the natives of Hadjin is a brilliant demonstration of the gratitude of the generations.
The heinous crimes at the beginning of the last century forced the survivors of the town of Hadjin to scatter all over the world. To keep the memory of their historical homeland alive, they founded the Nor Hadjin Quarter in Beirut in 1931 and the Noubarashen Quarter in Soviet Armenia in 1930- 1931. Thanks to the patriotic efforts of the leaders and members of the Central Board (Buenos Aires, Argentina) and branches (Middle East, USA, France, Greece, South America, Soviet Armenia) of the General Compatriotic Union of Hadjin, by the decree of the Presidency of the Supreme Council of Soviet Armenia on 4 November 1958, the N3 site of Arzni HPP (Silavoi) was renamed Nor Hachn, in memory of Hadjin - the eagle breeding city of Cilicia. On 4 November 1968, at the ceremony dedicated to the 10th anniversary of the foundation of Nor Hachn (Nor Hadjin) town, the cornerstone of the monument dedicated to the 8-month heroic self-defense of the town of Hadjin, Cilician Hadjin of 1920, was officially laid. Considering the requests of the local and worldwide Armenians of Hadjin origin, the government of Armenia made a historic decision to raise a monument to immortalize one of the most heroic pages in the history of the Armenian people. The Diaspora Armenians coming from Hadjin donated 10,000 (ten thousand) USD, and the natives of Hachn - 8,000 (eight thousand) rubles (USSR monetary unit). The monument was designed by the prominent Armenian architect Rafael Israelyan and was constructed by Hovhannes Gejakushyan, the son of a blacksmith from Hadjin; sculptor Artashes Hovsepyan authored the eagle sculpture implemented by Aram Sahakyan. The construction of the monument was delegated to the Nor Hachn Precision Technical Stone Factory (Director: Ashot Harutyunyan), which is the primary entity responsible for the building, and the structure was undertaken by Abovyan Shintrest (Manager: V. G. Tunyan). The Argentinian-Armenian public figure Abraham Kradjian, Ashot Harutyunyan, the founder of the town of Nor Hachn, and Gevork Krbekyan, the son of the Hadjin self-defense soldier, were at the head of the construction. The consistent efforts of the organizing Committee comprised of Armenia-based Hadjentsis (T. Tatulyan, M. Kolsuzyan, G. Khrimyan, H. Gejakushyan, G. Krbekyan) and those of V. Hamazaspyan, the Head of the Department for Cultural Relations with the Diaspora, are of an inestimable value throughout the whole period of the monument's construction. The branches of the Hadjin Compatriotic Union operating in the Diaspora and within Armenia raised funds with great enthusiasm to realize their long-cherished dream. The Memorial's opening ceremony took place on 14 october 1973- the day of the celebrations dedicated to the 53rd anniversary of the heroic battle of Hadjin and the 15th anniversary of the foundation of Nor Hachn town. The honor of opening the Monument was conferred to legendary Kuro, 80-year-old brave soldier Vardan Jerejian, who participated in the heroic self-defense of Hadjin in 1920. The opening of the Memorial was attended by the members of the Armenian government and the Nairi Regional Committee, the administration of Byuregh Production Association the local government of Nor Hachn town, the Presidium of the Committee for Cultural Relations with the Diaspora, the natives of Hadjin residing in Armenia, the natives of Nor Hachn and many guests. Among the guests were the natives of Hadjin who arrived from the Diaspora, namely Abraham Kradjian - Secretary of the General Compatriotic Union of Hadjin and Editor-in-Chief of the “Nor Hadjin” magazine, Haroutioun Balabanian, Minas Erchenian - Members of the Central Board of the Union (Buenos Aires); Vahrij Djeredjian (Chairman) and A. Kouyoumdjian (the Middle East Branch); Manouk Evkhanian, Garabed Gertmenian, Hambardzoum Ateshian (California); Ervant and Zaven Shekerdemian (England) and others. 14 october 1973 has already gone down in the history of Nor Hachn: it is one of the most memorable days in the town's history. The raising of the monument promoted the consolidation of both the Diaspora and the Hadjin natives residing in Armenia and the Cilician Armenians around Nor Hachn and the Motherland Armenia.
The memorial symbolizing the heroic spirit of the natives of Hadjin is a brilliant demonstration of the gratitude of the generations.
A book of accounts from Hadjin, which belonged to Vartivar Arslanian (Marina Piranian’s maternal great-grandfather). The family owned lands and farms and also bred livestock. This book of accounts of around 100 pages is written in Turkish using the Armenian letters, in it we can find business transactions, monetary accounts, names, etc.